Hoy es el Día del Mate, combustible para hacer andar la amistad.
Y por eso y sólo por eso los únicos capaces de disfrutarlo son aquellos guardianes de la bondad, vivientes del alma y el corazón.
Si algo tienen en común todos los malvados de la Humanidad, es la ausencia de esta infusión dentro de sus vidas agridulces.
¿Se imaginan acaso a Videla cebándole mate a Massera y Agosti? ¿A Hitler controlando la pava, procurando que no se le pase el agua? ¿Se imaginan a la Inquisición quemando herejes con el termo bajo el brazo?
Porque yo no.
Julián Scatolaro
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